En Usera, como en el resto de barrios de Madrid y de otras ciudades, encontrar un alquiler asequible es una tarea prácticamente imposible, y muchas familias ven vulnerado su derecho a una vivienda digna, por eso decidimos traer al estudio a las compañeras de Vivienda Usera.
Cada día se producen alrededor de veinte desahucios en Madrid. Muchas veces las cifras son frías y despersonalizan. No nos damos cuenta de que cada desahucio no es solo un número más de una estadística, sino que es una vecina menos y una puerta más tapiada. Centenares de familias que cada año son expulsadas de su hogar por no poder pagar su alquiler o hipoteca y que se ven obligadas a dormir en la calle, en un albergue municipal o a okupar una nueva vivienda de donde serán expulsadas de nuevo pasado un tiempo. Esa es la realidad diaria de Usera, como lo es de tantos otros barrios.
Nos acompañan en el estudio Laura y Asunción, de la asamblea de vivienda de Usera.
Laura nos cuenta como el grupo de vivienda de Usera nació al calor del movimiento 15M. Las asambleas de barrio fueron perdiendo fuerza, a diferencia de las asambleas de vivienda, que siguieron funcionando e incluso cogiendo más presencia aún entre los vecinos. Como nos cuenta Laura "las asambleas de vivienda son objeto de estudio a nivel internacional porque en sus nodos de trabajo distribuidos por todo el territorio aparecen de 3 a 5 miembros nuevos cada semana. Esto no ocurre en el resto de movimientos sociales".
Se trata de colectivos que funcionan a través de asambleas que facilitan un asesoramiento colectivo, muchas veces entre vecinos. No son servicios profesionales. Asunción nos lo explica, a través de su vivencia personal: "participo en dos asambleas, la de la PAH y la de Vivienda Usera. Y animo a toda la gente a que participe en estas plataformas porque hay problemas que no se pueden solucionar a solas. La unión, el apoyo y el compañerismo que hay en las asambleas te ayuda a resolver tu problema de vivienda".
Así es como vecinas como Asunción se acaban convirtiendo en activistas defendiendo su derecho a la vivienda y creando redes de apoyo mutuo entre vecinos.
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