El pasado 27 de octubre tuvo lugar una acción reivindicativa de los vecinos de Usera en la que se representó ficticiamente la Gran Inauguración del conocido como Teatro de Almendrales, un edificio cerrado desde los 90 cuya puesta en funcionamiento es objeto de las reivindicaciones históricas de los vecinos del barrio.
Nos acompaña en el estudio Paula Cueto, de Calatea, grupo de teatro social de Usera, que junto al colectivo Guantes Manchados (gimnasio de boxeo popular que trabaja la convivencia a través del deporte) y de Bolivia Sin Fronteras (asociación de recuperación del folklore boliviano), formaban parte de la convocatoria a la que asistieron cientos de vecinos.
Junto al muro que cierra el Teatro de Almendrales y protege unas obras inacabables que llevan tres décadas ejecutándose ante el exiguo presupuesto con el que cuentan, hubo de todo. De todo, menos una inauguración real. Hubo teatro, hubo bailes, hubo una ofrenda floral, globos e incluso la visita ficticia del alcalde. Hubo mucho tongo, según corearon los propios vecinos. Y hubo una reivindicación clara en favor de la apertura del teatro en el barrio.
Así nos lo cuenta Paula Cueto en la sección de iniciativas molonas de esta semana.
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